En comunicación con Andrea Lazarte, Pablo Arroyo de Rosario de La Frontera, comentó que un grupo de policías golpearon gravemente a su hijo, Agustín Arroyo, tras haber sido detenido por incumplir la cuarentena. Pablo denuncia abuso de poder y aclara que no es el único caso que hay en la localidad.
A las dos de la mañana del domingo pasado, Agustín había salido en un auto prestado junto a su novia, por lo que un grupo del personal policial procedió a detenerlo por realizar salidas fuera del horario permitido. Al momento de bajarlo del móvil decidieron agredir físicamente al joven dejándolo gravemente herido.
Luego de sufrir la golpiza, a Agustín lo retuvieron cuatro horas en la comisaría y lo dejaron en libertad al no tener antecedentes. En el transcurso de esas horas, la víctima fue amenazada y trasladada por el grupo policial hacia el Hospital, para firmar un documento por haber estado alcoholizado, lo cual es falso. «Lo obligaron a firmar bajo amenazas», agregó el padre.
Los padres de Agustín pudieron tener contacto con su hijo recién a las 7 de la mañana del mismo domingo. Al visualizar la cara herida del joven, Pablo procedió a realizar la denuncia por abuso de autoridad, acompañado de fotos de la víctima como prueba.
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