Una situación totalmente injusta están viviendo los vecinos de San Carlos, ya que no cuentan con el recurso más importante para sus vidas que es el agua potable.
Ellos vienen compañando a sus coprovincianos desde Febrero de este año, esperando que haya un cambio desde el Gobierno Provincial y Aguas del. Norte.
El INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) ratifico la presencia de boro y arsénico en el agua. Debido a esto, los primeros días de este mes,la intendencia del municipio de San Carlos, en los Valles Calchaquíes, declaró el estado de emergencia hídrica por el plazo de un año. De acuerdo a la ordenanza ad referendum 1/22, firmada por el jefe comunal Héctor Raúl Vargas.
En ese sentido, Sergio Álvarez, vecino de San Carlos afirmó que esto lleva 10 años de que se dieron cuenta de que el agua tenía arsénico. «Hay un camión cisterna puesto por una familia da agua en una plaza. Hay mucha gente que no puede ir a buscar el agua con los bidones todos los días a la plaza.
Todos tuvieron la buena voluntad y trataron de solucionar. Esto es una cosa sensible, es el agua potable».
San Carlos es un lugar donde están los acuíferos andinos. «Ya están todos los estudios hechos, todo el grupo de la asamblea consiguió los fondos de la provincia para hacer el estudio en el INTI y le entregaron todo listo con varias alternativas para traer el agua aquí».
Álvarez señaló que no pasó la mesa de agua por ahí. «Viene el ente regulador, se reúnen, llaman a los senadores, diputados, ellos van y se sacan fotos, pero no resuelven nada. Es sacarse foto para hacer creer que hacen algo».
Según comenta el vecino, se hizo una demanda a la empresa. «Hay distintos vecinos de la asamblea que hace muchos años se le hizo una demanda a la empresa y en esa demanda tuvieron que reconocer que el agua no es potable. Entonces la primera resolución judicial fue de que la empresa inmediatamente tenía que resolver el problema, la empresa hizo un dictamen diciendo que ellos lo hacen pero que la provincia ponga los fondos, nunca lo pusieron, pasó 2 años y la justicia le intimó nuevamente a la empresa y con un acuerdo entre ellos fue dejar de cobrar la factura».
Ellos no van a descansar y dejar de luchar para tener algún día agua. «No perdemos la esperanza de tener agua potable».
