Detuvieron a un hombre que se hizo pasar por kinesiólogo y abusó de una mujer de 85 años con Alzheimer

Una mujer de 85 años que sufre de Alzheimer fue abusada sexualmente por un hombre que se hacía pasar por kinesiólogo y la atendía en su casa de Lanús. La hija de la víctima descubrió la violación gracias a las cámaras de seguridad que había instalado en el domicilio para monitorearla cuando se iba a trabajar.

El agresor, de 70 años, identificado como Julio César Díaz, intentó escapar del lugar pero lograron detenerlo horas después cuando caminaba por la calle Corvalán al 2100. En tanto, se negó a declarar y continuará preso por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado”.

El hecho que trascendió en las últimas horas ocurrió a mediados del mes de julio. Cristina, la hija de la víctima, explicó que había acudido al hombre por recomendación del neurólogo de la mujer y de amistades de ella, luego de que su mamá sufriera una caída en su casa en diciembre del año pasado.

Qué declaró la hija de la víctima

La hija de la mujer que fue abusada sexualmente, sostuvo: «Pasado fin de año me contacto con este kinesiólogo porque me lo recomiendan el neurólogo de mi mamá y amistades mías que había atendido a familiares, que todos decían que era muy bueno, que habían tenido ACV y problemas de no poder caminar y los había ayudado», comenzó diciendo.

En la misma línea, señaló que «desde enero la trata a mi mamá. Venía los viernes. Yo ese día hacía mucho frío, pensé que ella iba a salir a la calle y voy a mirar las cámaras, cerca de las 2.50 de la tarde, y veo a la mujer que la cuida en la cocina. Ahí me acuerdo que estaba Julio, el kinesiólogo. Cuando pongo la cámara de la pieza la veo a mi mamá. Pensé que me había equivocado y que era una escena de Policías en acción».

Al observar detenidamente las imágenes, Cristina al hombre «sin pantalones» y abusando de su mamá. Acto seguido, llamó a la mujer que cuidaba a la señora, le dijo que estaba siendo violada y ella fue hacia el lugar. «Este hombre se puso muy nervioso, se puso la campera, agarró su bolso, la plata de la sesión y empezó a decir ‘ábrame la puerta que me tengo que ir’. Al final se escapó corriendo como una rata», agregó.

Asimismo, contó cómo fue la charla con su mamá tras sufrir el abuso sexual: «Ella me dijo al otro día que no había pasado nada, que nunca se sacó la ropa y me di cuenta que no estaba en tiempo y espacio». Luego, la víctima fue revisada por una perito, quien constató lesiones compatibles con un abuso sexual y confirmó el cuadro de demencia senil de la mujer.