También subió la indigencia y descendió la calidad de empleo, de acuerdo con el trabajo del Observatorio de la Deuda Social de la UCA
El índice de pobreza en la Argentina alcanzó el 44,7% en el tercer trimestre de 2023, lo que expuso que hay 17,5 millones de ciudadanos sumergidos en niveles bajos de ingresos, vivienda precaria, salud e inseguridad alimentaria, según con el informe revelado este martes por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Asimismo, la indigencia subió al 9,6% y la calidad de empleo cayó a los niveles más bajos de la serie que el Observatorio de la Deuda Social de la UCA (ODSA-UCA) mide desde 2004, con un 33,1% de la población económicamente activa mayor de 18 años en condición de desempleo (8,8%) o de subempleo inestable (24,3%).
Cómo se realizó el informe de la pobreza 2023 en Argentina
El informe «Deudas sociales crónicas y desigualdades crecientes. Desafíos para la agenda pública (2004-2023)» fue realizado sobre un muestreo de 5760 hogares en un universo geográfico de grandes conglomerados urbanos que abarca el área metropolitana del Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Rosario, Gran Mendoza, Salta, Neuquén La Rioja, San Juan Tierra del Fuego, Chubut y Chaco.
El estudio, además, revela que si no existiese una contención de los planes sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros programas, la pobreza escalaría al 49,1% de la población. Es decir, cinco de cada 10 argentinos estaría en esa situación.
A diferencia del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que mide la pobreza por ingresos, la medición del ODSA comprende seis dimensiones: alimentación y salud, vivienda digna, acceso educativos, acceso a servicios básicos, acceso a un medio ambiente saludable y empleo y seguridad social.
Advierten que la pobreza seguirá aumentando en 2024
El director del Observatorio, Agustín Salvia, indicó que para 2024, ya bajo el mandato del presidente electo Javier Milei, «se abre un escenario en el que la pobreza va a seguir aumentando, no de manera explosiva, sino en niveles similares al crecimiento que tuvo en los últimos dos años».
«Estamos en presencia de una crisis que marca un fin de ciclo, gobierne quien gobierne», sostuvo Salvia en una rueda de prensa, en referencia a las dos décadas iniciadas en la «posconvertibilidad» en el que «se apostó más al equilibrio social fomentando el consumo que al crecimiento económico priorizando la inversión».
Sobre sus expectativas acerca del futuro gobierno, el director advirtió que en el corto plazo habrá «un ajuste en los precios relativos» que incidirá negativamente en los niveles de pobreza e indigencia, mientras que en el mediano y largo plazo «no se sabe a dónde va a llegar, pero si es exitoso tiene la potencialidad de crecimiento».