La industria petrolera del noroeste argentino enfrenta una crisis profunda, con Refinor anunciando un programa de retiros voluntarios y anticipados debido a la caída de la producción de gas y petróleo en la cuenca del NOA, la falta de inversiones y el corte de suministros desde Bolivia. La refinería de Campo Durán y el poliducto del norte son los principales afectados, en lo que representa el momento más crítico en sus 65 años de historia.
El sindicato de Petroleros Privados de Salta y Jujuy estima que los despidos podrían alcanzar a unas 150 personas de un total de 500 empleados. Las interrupciones en la producción se deben a la falta de materia prima, con la refinería operando solo 8 a 10 días debido a la escasez de gas y petróleo. Además, la falta de proyectos de exploración y perforación en la cuenca del NOA agrava aún más la situación.
Refinor propuso un plan para reducir su personal en un 35%, lo que fue rechazado por los sindicatos, que buscan alternativas para evitar los despidos. Ante la falta de soluciones inmediatas y la caída de la producción, los trabajadores enfrentan un futuro incierto, mientras el sindicato lucha por condiciones mejores para los empleados que decidan aceptar los retiros voluntarios.