Dos de los cinco jueces que juzgan a Jair Bolsonaro por golpismo votaron a favor de condenar al expresidente. Resta conocer la decisión de los otros tres magistrados para sellar el destino del líder de la ultraderecha brasileña.
Con que uno de ellos se incline por una condena se cerrará el proceso con una sentencia histórica que llevaría a prisión al exmandatario.
El líder de la derecha y la ultraderecha brasileñas, de 70 años, se expone a una pena de más de 40 años de cárcel acusado de conspirar para aferrarse al poder tras su derrota en las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula Da Silva.
En audiencias públicas y retransmitidas en vivo, cinco jueces deben votar hasta el viernes para decidir el futuro del exmandatario y otros siete coacusados, entre ellos varios exministros y altos mandos militares. Una mayoría simple de tres votos basta.
El proceso se reanudará este miércoles con el voto del juez Luiz Fux, informó el diario Folha.
Quién fue el primero en votar
El primero en exponer su voto, favorable a una condena, fue el magistrado Alexandre de Moraes, objeto de sanciones de Estados Unidos y blanco de un supuesto plan de asesinato por parte de los golpistas liderados por Bolsonaro.
A lo largo de cinco horas, el juez se refirió a una “organización criminal”, que durante meses se coordinó para llevar a cabo los delitos imputados.

El magistrado votó por condenar a los ocho coacusados e incluyó una imputación específica para Bolsonaro: la de “liderar” dicha organización. “Brasil casi volvió a una dictadura”, dijo Moraes.
“Sin duda, ese texto de hoy (de Moraes) fue escrito hace meses, tal vez años antes del juicio”, dijo en X el senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente, al referirse a su padre como un “defensor del orden y la legalidad”.
Jair Bolsonaro espera el fallo en su domicilio
Bolsonaro, que se declara inocente, y el resto de acusados, no comparecieron ante el tribunal en Brasilia. Sus abogados atribuyen la ausencia del excapitán del ejército, que está en arresto domiciliario, a cuestiones de salud.
Está acusado de cinco delitos, entre estos intento de golpe de Estado, que no se habría consumado por falta de apoyo de la cúpula militar.
Habría contemplado el asesinato de Lula antes de su investidura, así como de Moraes y del vicepresidente Geraldo Alckmin.
La fiscalía también lo acusa de instigar el 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores vandalizaron las sedes de poder en Brasilia en un intento de derrocar a Lula.
Se expone a hasta 43 años de cárcel, aunque una eventual condena es apelable.










