Durante la décima audiencia del juicio, varios médicos coincidieron en que no era necesaria la operación al exfutbolista. Señalan decisiones clave del entorno médico.
El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona sumó este jueves testimonios que comprometen al médico Leopoldo Luque. Durante la décima audiencia, cuatro profesionales de la salud aseguraron que la cirugía por un hematoma subdural realizada veinte días antes del fallecimiento no era necesaria, y que existían alternativas clínicas menos riesgosas.
Entre los testigos se presentó Flavio Tunessi, traumatólogo de Gimnasia y Esgrima de La Plata, quien describió que Maradona mostraba un deterioro notable de salud antes de la intervención y que el hematoma detectado fue calificado por varios especialistas como “leve”.
Por su parte, el jefe de neurología del sanatorio Ipensa, Guillermo Burry, indicó que el tratamiento recomendado era de seguimiento clínico sin necesidad de una operación. A pesar de estas evaluaciones, Luque decidió avanzar con la cirugía y trasladó a Maradona a la Clínica Olivos, donde se concretó el procedimiento.
Otro de los puntos destacados de la audiencia fue la revelación de que Luque no participó de la operación, a pesar de haberse presentado públicamente como el cirujano principal. La intervención fue realizada por otro equipo médico, según confirmaron los testigos.
Los profesionales que declararon advirtieron que la intervención quirúrgica implicaba riesgos elevados, como infecciones o complicaciones con la anestesia, y cuestionaron la decisión de intervenir cuando había consenso en evitar la operación.
El juicio continúa y estos nuevos datos refuerzan las dudas sobre la atención que recibió Maradona en sus últimas semanas de vida.